lunes, 29 de febrero de 2016

Martín Landajo: "Hace mucho que venía soñando con este momento"

DURBAN, Sudáfrica - ¿Quién es el único que sigue de todos los que estuvieron en el primer entrenamiento del entonces Pladar, en el verano de 2009? ¿Quién fue el primer jugador en firmar un contrato directo con la UAR? ¿Quién fue el primero en apoyar un try en el Super Rugby para la franquicia Jaguares ? Todas estas preguntas tienen la misma respuesta: Martín Landajo . En un puesto como el de medio scrum en el cual la Argentina ha tenido fabulosos exponentes (uno de ellos, su padre, Ricardo), la historia le reservó un lugar de privilegio a quien todos llaman Marta.

La historia, precisamente, es una bandera que Landajo levantará más de una vez en el transcurso de la charla con canchallena.com en el domingo libre que los Jaguares tuvieron tras la victoria-debut ante los Cheetahs en Bloemfontein y antes del partido del sábado próximo con los Sharks, en Durban. Precisamente en esta ciudad, también formó parte de la historia, cuando el 8 de agosto del año pasado integró el equipo (entró en el segundo tiempo) de los Pumas que venció por primera vez a los Springboks.



¿Más datos históricos de este jugador de 27 años y 1,75m? Junto a Leonardo Senatore integra la dichosa dupla que estuvo en los dos debuts más importantes del rugby argentino de la alta competencia profesional: con los Pumas en el Rugby Championship, también aquí, en Sudáfrica, en 2012, y con los Jaguares en el Super Rugby. ¿Uno más? Fue campeón con los Pampas XV, otra vez en Sudáfrica, en la Vodacom Cup de 2011.

-¿Contaste cuántos días de tu vida has pasado en Sudáfrica en los últimos años?

-Uff, no sé, pero sí te puedo asegurar que me la conozco de memoria. Creo que estuve en casi todas las ciudades y jugué en todos los estadios. Me acuerdo siempre de la primera Vodacom a la que vine, la de 2011, que teníamos custodia con tipos armados todas las noches. Y de cómo se fue armando un grupo que hoy es la base de los que estamos acá.

Pese a estar desde el primer entrenamiento del Pladar, Landajo no formó parte de los primeros Pampas XV, que en 2010 empezaron a jugar bajo la batuta de Daniel Hourcade. Es más: cuando fue convocado para el nuevo proceso que encaraba la UAR, no jugaba de medio scrum, sino de apertura. El 9 Pampa era su compañero de pareja de medios en el CASI, Agustín Figuerola. Al fin de cuestas, la historia de Landajo es de algún modo también la historia que se fue construyendo en la alta competencia doméstica.

-¿En 2009 tenías alguna idea de todo lo que te estaba por venir?

-Para nada. Cuando empezó todo esto yo sólo quería que el Pladar me sirviese para jugar mejor en el CASI. Ninguno de nosotros creíamos que teníamos chances para los Pumas, porque los Pumas en ese entonces eran los que estaban en Europa y estaban muy lejos en el nivel.

-Hoy no hay ninguno de Europa.

-Sí, es increíble como todo pasó y cambió tan rápido. Cuando nosotros empezamos con el Pladar y con los Pampas, algunos nos miraban mal; nadie sabía muy bien de qué se trataba todo eso. Pampas, Vodacom. Un par de años después, todos querían ser Pampas, porque sabían que era el trampolín para llegar a los Pumas.

-¿Existe alguna comparación entre aquel debut en el Rugby Championship y éste en el Super Rugby?

-Sí, el hecho de estar en algo histórico. Son dos situaciones distintas, pero las dos tienen que ver con haber entrado en la historia.

-¿Y cómo las viviste ambas?

-En la del Rugby Championship tenía pánico; no quería entrar. Prefería estar afuera. Yo nunca había jugado con Sudáfrica y había jugado pocos partidos en los Pumas. Me acuerdo que cuando entré no sabía ni dónde ponerme.

-¿Y ésta del Super Rugby?

-No, ésta me moría por jugarla. Hacía mucho que venía soñando con éste momento, con jugar el Super Rugby. Creo que tanta ansiedad me terminó jugando en contra, como a muchos de nosotros, porque en los primeros 20 minutos nos pasó de todo. Cuando nos amonestaron a Nico (por Sánchez) y a mí, y nos metieron 24 tantos, pensé que se venía el peor debut de la historia. Pero yo sabía que éramos más que Cheetahs, que si nos ordenábamos un poco, teníamos que ganarlo.

-¿Qué te ha cambiado en esta nueva vida, con tantos viajes y viviendo del rugby?

-Lo que más siento es que no puedo ver seguido a mis amigos, que son los del CASI. El fin de semana se casa uno y no voy a poder estar. Y ahora paso más tiempo con ellos (y muestra a varios de los Jaguares que andan dando vueltas por ahí) que con mis amigos de la vida, que son los del club.

-¿Extrañás el CASI?

-Es lo que más extraño. Yo era el tipo más feliz del mundo jugando con esa camiseta y en esa cancha los sábados a las 15.30. No extraño entrenarme en la Boya los martes a la noche con el frío; prefiero entrenarme a la mañana y a la tarde poder dormir. y cobrar. Pero sí, extraño al CASI. Seguramente vaya a dar una mano cuando me retire.

-¿Vas a seguir vinculado al rugby?

-No lo sé. Sí en el CASI. A nivel profesional no sé si me volvería a meter en tanto viaje. Lo que sí estoy seguro es que si no es con el rugby, será con un proyecto propio. Quizá en gastronomía, que es lo que estudié, o con otra cosa. Pero falta todavía.

-En todo este tiempo viniste alternando la titularidad en los Pumas con Tomás Cubelli, que ahora está en los Brumbies. ¿Tenés menos presión?

-No, todo lo contrario. Mucha más.

La historia se completa con otros datos. Jugó un Mundial, fue capitán de los Pumas y participó de triunfos ante los Wallabies, Springboks, Francia e Irlanda. Martín Landajo tiene todavía más historia por delante.

La espera por Lavanini
El descargo de Tomás Lavanini se postergó para hoy a las 8 de la mañana hora local (3 de la madrugada en la Argentina). La UAR contrató un abogado sudafricano y lo más probable es que el segunda línea se declare culpable en la citación que tuvo por embestir de modo peligroso a un jugador de Cheetahs. La decisión se conocerá hoy mismo.

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